El masaje para el deportista se aplica para: “la prevención, lucha contra la fatiga, incremento de la capacidad de trabajo y apoyo en el tratamiento de las lesiones”.
El masaje deportivo es: un medio físico manual para mejorar el rendimiento y cuidado del deportista. Se aplica con la finalidad de que: alcance una puesta en forma óptima, prevenir y evitar lesiones así como acelerar la rehabilitación de las mismas. El masaje como parte de un programa de tratamiento, como terapia. Partiendo de esto hay que puntualizar que el tratamiento, ya sea por masaje o por otro medio terapéutico, se clasifica y define con relación a la indicación y al propósito. Consiste en una serie de maniobras de masaje encaminadas tanto a preparar los tejidos del deportista para la competición (masaje precompetición), como al tratamiento de los mismos tejidos toda vez haya concluido la actividad deportiva (masaje post competición) con el fin de prevenir la aparición de lesiones.
El masaje deportivo se aplica también con éxito a distintos profesionales: Informáticos, músicos, taxistas, bailarines, albañiles, amas de casa, personal sanitario, comerciales, bomberos, administrativos, camareros… a toda persona que por su actividad física o bien a causa del sedentarismo necesitan un trabajo muscular general y a fondo.
Las maniobras son más vigorosas comparadas a un masaje relajante, ya que a veces es necesario un trabajo más profundo, en las capas más internas de los músculos.
El masajista siempre trabajará al límite del dolor, que no exceda el intolerable, puesto que en este caso sería contraproducente.
Ya que las contracturas y los espasmos musculares generan dolor, activan un círculo vicioso: contractura – dolor – contracción, más dolor. En este masaje buscamos romper con esta dinámica, además de estirar las fibras y mejorar la circulación local. La maniobras también estimulan la producción de sustancias endógenas analgésicas.
- Reduce la tensión muscular de la zona afectada, el dolor e hinchazón desaparecen
- Ayuda a prevenir dolores musculares
- Relaja y ayuda a liberar endorfinas, dando paso a una sensación de bienestar
- Mejora la circulación y favorece al sistema nervioso
- Alivia el estrés
El masaje deportivo se aplica para prevenir y luchar contra la fatiga, incrementar la capacidad de trabajo y como apoyo en el tratamiento de las lesiones, por lo que existen cuatro momentos en los que debemos acudir a recibir un masaje:
Masaje de mantenimiento: se basa en realizar un masaje regular programado que se base en el entendimiento de anatomía y de los músculos usados en un determinado deporte, y que sean más prolíficos a causar problemas. Así se ayuda al atleta a mantener o mejorar el movimiento y la flexibilidad muscular.
Masaje pre competición: se usa como un calentamiento previo a la prueba de competición con el fin de aumentar la circulación y reducir la excesiva tensión muscular y mental antes de la competición. Se basa en las necesidades del deporte, del deportista y del evento, pudiendo ser relajante o estimulante.
Masaje post-evento: su función principal es reducir los espasmos musculares y el aumento metabólico que ocurre con ejercicio riguroso. Ayuda al deportista en el proceso de recuperación del esfuerzo realizado para volver al entrenamiento o nueva la competición, reduciendo el riesgo de lesión.
Masaje de rehabilitación: por mucho que se intente prevenir cualquier lesión habitualmente se sufren calambres, roturas, sobrecargas, contracturas … que produce dolor e incluso impiden seguir entrenando o competir. Con este masaje se acelerar el proceso de curación, reduciendo el dolor y aportando nuevas soluciones durante el proceso de rehabilitación.
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