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En nuestros masajes relajantes, los terapeutas emplean técnicas manuales personalizadas para adaptarse a las características y necesidades únicas de cada persona. Asimismo, prestamos especial atención a crear un ambiente cuidadosamente preparado para tu bienestar.
Un masaje relajante es una técnica diseñada para reducir el estrés, aliviar tensiones y promover un estado de calma y bienestar general. A diferencia de los masajes terapéuticos o descontracturantes, el masaje relajante se enfoca más en la relajación mental y física que en tratar dolencias específicas.
Un masaje relajante consiste en:
Movimientos suaves y rítmicos: Se utilizan técnicas como amasamientos ligeros, deslizamientos largos y presión moderada para relajar los músculos sin causar dolor.
Ambiente tranquilo: Suele realizarse en un entorno relajante, con música suave, iluminación tenue y, a menudo, aromaterapia para potenciar la experiencia.
Uso de aceites esenciales: Se aplican aceites para facilitar los movimientos y nutrir la piel. Algunos aceites, como lavanda o eucalipto, tienen propiedades calmantes.
Enfoque en todo el cuerpo: Aunque puede personalizarse, generalmente incluye movimientos en espalda, cuello, hombros, brazos, piernas y pies, promoviendo una relajación integral.
Ritmo pausado: El ritmo del masaje es lento y constante, ayudando a reducir la frecuencia cardíaca y a calmar el sistema nervioso.
Son múltiples los beneficios de un masaje relax.
Vemos los más importantes:
Es ideal para quienes buscan desconectar del día a día y recargar energías.
Elegir un masaje relajante adecuado depende de tus necesidades, preferencias y el tipo de experiencia que buscas.
Aquí tienes algunos consejos para tomar la mejor decisión:
¿Buscas reducir el estrés, mejorar el sueño o simplemente desconectar? Esto te ayudará a elegir el tipo de masaje relajante más adecuado.
Busca un lugar que ofrezca un entorno tranquilo, con música relajante, iluminación tenue y un ambiente limpio y cómodo.
Habla con el masajista antes de la sesión para explicar tus necesidades, áreas de tensión o cualquier preferencia (como presión suave o moderada).
Investiga reseñas o recomendaciones del lugar o terapeuta para asegurarte de que ofrecen un servicio profesional y de calidad.
Decide cuánto tiempo quieres dedicar: las sesiones suelen durar entre 30 minutos y 90 minutos. Si es tu primera vez, una sesión de 60 minutos es ideal.
Si tienes alguna condición médica (como embarazo, lesiones o problemas de circulación), consulta con tu médico y asegúrate de informar al terapeuta.
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